Hombro congelado, ¿cómo tratarlo?
El hombro congelado (también conocido como capsulitis
adhesiva) es una condición en la cual el hombro está rígido, doloroso y tiene
un movimiento limitado en todas las direcciones.
Los ejercicios de estiramiento suelen ser la piedra angular
del tratamiento del hombro congelado. Antes de realizar cualquier ejercicio, es importante
calentar bien el hombro. La mejor manera de hacerlo es ducharse o bañarse con
agua tibia durante 10 a 15 minutos. También puede usar una almohadilla
térmica húmeda o una toalla húmeda calentada previamente en el microondas.
Sufrir de hombro congelado puede ser muy frustrante ya que,
debido al dolor, la movilidad de hombro y brazo se ven limitadas. Tareas tan
sencillas como vestirse o bañarse pueden volverse imposibles. A menudo hay poca
o ninguna lesión y, en realidad, no hay pruebas específicas para los hombros
que permitan determinar que se trata de un problema de hombro congelado. Aunque
las señales físicas son evidentes para detectarlo: movimiento limitado y
doloroso en el hombro.
Si sufres esta dolencia, una visita al fisioterapeuta puede
ser muy beneficiosa para ayudarnos a recuperar el uso funcional y normal del
brazo. El profesional fisioterapeuta puede ayudarte a controlar el dolor y
proporcionará herramientas y ejercicios que permitirán recuperar la movilidad
del brazo.
Ejercicios para tratar el hombro congelado
El hombro es una articulación compleja que está compuesta
por omóplato, clavícula y articulación glenohumeral. Al sufrir de hombro
congelado, podemos notar que movemos excesivamente el omóplato o la escápula,
especialmente cuando tratamos de levantar el brazo hacia arriba o hacia afuera.
Un componente importante de la rehabilitación del hombro
congelado es la normalización del movimiento de la escápula. Para ello, se
aconseja iniciar ejercicios de estabilización escapular. Estos ejercicios están
diseñados para fortalecer los músculos que soportan la escápula y mejorar la
forma en que se mueve el omóplato y la articulación completa del hombro.
La mayoría de los estudios indican que un hombro congelado
puede durar desde unas pocas semanas hasta casi 2 años. Incluso cuando se haya
completado la terapia física y se haya recuperado el uso normal del brazo, es
posible que se note una sensación de
tensión en el hombro cuando se levanta el brazo por encima de la cabeza. Esto
es normal y debería solucionarse a
tiempo con los ejercicios de hombro recomendados por el fisioterapeuta.