¿Cómo evitar las contracturas musculares?

¿Cómo evitar las contracturas musculares?


¿Habitualmente te echas la mano al cuello o a la espalda por dolor? Es posible que estés padeciendo una contractura. En esta contracción muscular el músculo aumenta su tensión, por consiguiente, hay un acortamiento de fibras que han pasado de un estado de reposo a uno de trabajo.


Los nudos de los que mucha gente se queja, no son más que contracturas musculares. Son comunes pero no son graves. Se llaman nudos porque se pueden palpar a través de la piel y suelen ser dolorosos.

La contractura puede darse por diferentes causas:

- Un esfuerzo más grande de lo que el propio músculo puede soportar (o un esfuerzo repetitivo).
- Cuando el músculo está debilitado y no tiene la fuerza necesaria.
- A consecuencia de posturas repetitivas, forzadas durante mucho tiempo.
- Al realizar un estiramiento brusco de un grupo muscular.
- Por frío, mala alimentación e hidratación que produce el acumulo de toxinas y un mal funcionamiento de ciertos órganos.

No todas las contracturas musculares son iguales. Hay algunas que son originadas durante el esfuerzo físico y otras que aparecen con posterioridad a este. También están las residuales, que acompañan a otra lesión.

1. Las contracturas postraumáticas o defensivas tienen lugar tras un impacto y, como respuesta, el cerebro activa la musculatura adyacente para proteger las estructuras sensibles.
2. Las contracturas posturales se producen de forma lenta y progresiva debido a malas posturas o gestos mal hechos. Suelen ser dolorosas salvo cuando se asocian con otros músculos cercanos. Por ejemplo, los típicos nudos en el cuello.
3. Las contracturas por hipotonía son espasmos musculares que tienen lugar cuando el músculo está débil y le solicitamos una contracción más fuerte.
4. La contractura por deshidratación puede darse en episodios de acumulo de sustancias tóxicas que generan una gran rigidez cervical y dolor importante al movimiento, así como dolor de cabeza o mareos.


El mejor tratamiento es la prevención, pero si ya ha supuesto dolor es porque todos los mecanismos de prevención del cuerpo han fallado y se activa el sistema de alerta. Lo mejor es acudir a un especialista para averiguar más acerca del origen del problema y encontrar la solución al mismo.